quarta-feira, 20 de outubro de 2010

con el drugo porteño

Y se fue un jueves con cara de sábado
a putearse a Buenos Aires,
después de botar recuerdos
cartas, fotos y jabones

pensaba vivir bailando en los bares
a cambio de algunos pesos
de facturas, alfajores
y mucho vino, claro.

queria trabajar
andando con una bicicleta
por Corrientes, Pringles
Argerich o Monroe

escuchando tango
jugando al sarcasmo
haciendo parte del mercado de sexo
bajo la complicidad de aquellos aires.

despertaba todos los dias
con el subte pasando bajo el edificio
con el vecino ruidoso y fumador
o con el brasileño y sus pies frios

y de repente todo fue agosto de nuevo
aquel desespero, aquella tristeza
la soledad pesando como nunca
y el dinero derritiéndose en sus manos

pero llegó el drugo Alex y lo iluminó todo
fue amor a primera vista
fue naránjicamente mecánico
planeado perfectamente una fria mañana

aunque lo mas curioso de todo
no era que él no fuera la entrevista de trabajo
sino se conocieran en una libraria por Flores
cerca a Carabobo con Alberdi.